De aventura en FAMILIA por la isla de TABARCA

UNA DE PIRATAS

“Cuenta la leyenda que el temido pirata Barba Roja desembarcó en la playa, y seguido por parte de su tripulación, enterró no muy lejos del faro de la isla su valioso botín. Se dice, que aún en nuestro días el preciado tesoro sigue enterrado en la isla de Tabarca”…

Este podría ser el comienzo de algunas de las historias para contar a los niños durante la visita a la pequeña, pero encantadora, isla de Tabarca. Éste pequeño archipiélago situado en la costa alicantina, está compuesto por los islotes de la Nao, La Galera, y La Cantera. Tabarca, con tan sólo una longitud de 1.800 metros y unos 400 metros de ancho, esconde numerosos encantos.

Es fácil recorrer las calles de su pequeño pueblo amurallado y perderse en las vistas de la inmensidad del mar, o buscar el tesoro perdido de Baraba Roja mientras se camina hacia el faro. Y si la visitamos con el buen tiempo, las aguas cristalinas de su playa y pequeñas calas, nos harán olvidar las prisas del día día mientras los niños disfrutan en el agua. Eso sí…¡¡¡no esperéis que estén vacías en pleno verano!!!. Visitarla fuera del periodo estival también tiene su encanto, si bien, quizá no se puede disfrutar de un baño, la tranquilidad de la isla es más que suficiente para hacer de la visita un éxito.

Por supuesto las familias amantes del buceo o snorkel aquí tienen su propio paraíso. La isla es Reserva Natural, así que si os gusta disfrutar del fondo marino, no os olvidéis el equipo.

Para acceder a Tabarca se puede hacer desde Alicante, Benidorm o desde Santa Pola.

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Las salidas de los barcos tienen una gran regularidad, dependiendo de la época del año. Aquí, durante el trayecto, empieza la aventura para los niños. Imaginarse navegar en un velero seguido de sirenas y delfines, o persiguiendo a un barco pirata, son algunos de los escenarios que más de un niño, seguido de algún padre, se aventurará a recrear.

La isla, por sus pequeñas dimensiones, es perfecta para visitarla en familia. Ofrece todos los servicios necesarios para disfrutar de ella con niños, tiendas de suvenires, una amplia oferta gastronómica donde disfrutar de sus platos típicos, hospedaje, actividades acuáticas…y como no, un sinfín de marcos espectaculares donde fotografiarse en familia. Un buen plan, puede ser la visita a su museo para descubrir la historia de esta pequeña isla, y descubrir como vivían sus habitantes en el pasado.

Visitar la isla de Tabarca en familia, es hacer un viaje donde el tiempo se detiene, donde los niños se convierten en los protagonistas de historias llenas de aventuras. Respirar aire de tranquilidad con un pequeño toque Mediterráneo, o simplemente disfrutar de las vistas desde cualquiera de sus rincones, lo convierte en un lugar mágico que hace florecer las ganas de quedarse.

¿Qué decís? ¿Nos lanzamos a vivir en familia una aventura pirata en la Isla de Tabarca?

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